Rojo brillante y sedas que fluyen. En la Mercedes Benz Fashion Week en Berlín, la modelo Franziska Knuppe presenta la colección de primera-verano 2013.
Su objetivo es hacer crecer la autoconfianza entre las mujeres. Y para demostrar que le sobra autoconfianza, este joven diseñador de Múnich disfruta, por ejemplo, pasando en taconazos sus propias creaciones sobre la pasarela.
Marcel Ostertag es lo que se podría denominar absolutamente “self-made”. Marcel Ostertag es el cerebro y la cara de la marca con su mismo nombre y, con 33 años, personifica la unión de creador y marca, siendo uno de los diseñadores jóvenes con trayectoria más meteórica de Alemania. No obstante y siendo estrictos, Marcel Ostertag ya no está entre las firmas más jóvenes. Desde su creación en 2006, este creador presenta regularmente su colección en la Mercedes Benz Fashion Week de Berlín, y lo hace con éxito. Especialmente las amazonas de la gran ciudad adoran el carácter urbano de sus diseños, que transmiten al mismo tiempo una sensación de high fashion, todo ello sin recurrir al romanticismo alpino típico del Sur de Baviera (Ostertag creció en la localidad bávara de Berchtesgaden). Por encima de esto, el diseñador sigue el credo del glamour de Múnich, lugar donde vive, donde trabaja y que le transmite la inspiración para su trabajo. Sus creaciones aspiran a embellecer a la mujer, a hacer que se sienta más cómoda con su atuendo. Este lema es el centro de sus esfuerzos.
Antes de su meteórica carrera en el mundo de la moda, Ostertag vivió muchos años otra gran pasión suya, también relacionada con lo escénico: el ballet. Por desgracia, una operación de rodilla puso fin a este sueño y, después de disfrutar unos años de más libertad, los estudios de moda en el prestigioso St. Martins College de Londres acabaron devolviéndole la disciplina y ambición necesarias. Acabó tanto la licenciatura, como la maestría con la máxima nota y mención especial y presentó sus trabajos en el Lancôme Colour Award en el Victoria & Albert Museum en Londres y en la Peking Fashion Week.
Con su “Master´s Degree” y mucho saber hacer sobre moda en el bolsillo, ya durante sus estudios trabajó en proyectos para Paul Smith, Burberry y Dunhill, Ostertag volvió a Alemania. Gracias a un crédito financió su primera colección; su victoria en el Karstadt New Generation Award 2008 atrajo a la prensa, así como una colección diseñada especialmente para los almacenes Karstadt y 60,000 euros de premio, todo ello formaría la base para los siguientes años y para el primer desfile de moda en la Mercedes-Benz Fashion Week 2009 en Berlín.
La joven estrella también llamó la atención de los expertos en moda de Miele, dando lugar a una prometedora colaboración. Y así en 2012, Ostertag presentó en la IFA de Berlín por tercera vez y en exclusiva su colección en el marco del evento "Miele Fashion Days". Dos años antes ya había convencido a los expertos con un diseño de ensueño para el Miele Dress en forma de glamourosa toga roja, así como con el punto álgido del desfile de moda en la IFA de Berlín.
Con todo ello, el amor de Ostertag por el ballet ha permanecido intacto. Muchas de sus creaciones guardan una ligereza especial, que recuerda a la de los bailarines de ballet. Telas ligeras, mucho chifón, líneas claras y detalles trabajados con mimo, elementos que caracterizan a sus diseños femeninos inspirados en los años 70 y 80. A esto hay que añadir también una creativa mezcla de material de alta tecnología y fibras naturales, como las de su exitosa colección otoño/invierno 2012, en la que los vestidos con estampados nobles en tonos verdes y marrones brillaban con materiales Lurex y brocados.
Para la colección primavera/verano 2013, Ostertag, que fabrica todas sus prendas en Alemania, planeó, entre otros atuendos, togas absolutamente rojas de sedas brillantes y corte alto, con aperturas generosas en los hombros.
Pero la mayor sorpresa la protagonizó él mismo: vestido de rojo, con tacones, barba, carmín y una corona de flores, Ostertag se encargó de abrir el show entre los aplausos de los fans de la moda allí presentes. ¡Chapeau!
Texto: Kim Leclaire
